Bañistas
de piel mulata
Mujeres
sumergidas
en
agua acidulada,
pezones
marrón de escasa longitud.
Alfaguara
de agua
resbala
sobre sus cuerpos
cae
línea de versos en sus oídos.
La
sombra del árbol las protege de
miradas
ajenas.
El
sol lanza esquirlas doradas
en
espacios muertos
donde
duermen las aguas.
Con
el cabello cubren su cintura…
ocultan
el triángulo pudoroso del amor.
Esconden
lirios bajo el agua.
Lagartijas
se posan en soledad.
Damas
de piel mulata,
de
pequeños senos
ocultan
sus cuerpos.
Manos
de viento las acarician
carecen
de miradas,
de
líneas verticales.
Ven
el mundo de otra forma,
Sirgos
las cubriráncuando alguien
trate
de mirarlasen el atardecer
ponen
estribos al día
sin
violentarlo.
Ventanas de otoño
Se ven ventanas de otoño,
llanto de finísimos cristales,
vuelo de alboradas.
Hilo enhebrado
atraviesa estaciones
rompiendo calendarios.
Lugar donde no nacimos…
Lluvia cae
llevándosela infancia acuestas
creyéndome indoblegable.
¡Ah tiempo!
Ave migratoria de alas fuertes
llegó para quedarse,
me hace sucumbir.
Ráfaga inasible en reyerta
vestigio de luchas,
cuerpo contra cuerpo.
En tu ombligo
despierta el sol inmóvil.
Recuerdo mis días niños
se reúnen fisonomías de lluvia
en ollas sacramentales;
aunque el otoño traiga dolor.
Milagrosos rostros,
telarañas de años cubren mis ojos,
heridas surcan mi faz
cuando asomo a la ventana.
Huéspedes concurren
como sueños de nostalgia y
adioses de sombra.
Noche…deseos luminosos…
silencios otoñales.
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